Vidas Pasadas. Somos las decisiones que tomamos




Es una de las grandes virtudes que tenemos como seres humanos construir nuestro propio destino a partir de las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida. Dice la filosofía existencialista de Sartre que ‘no decidir’ implica también en sí mismo tomar una decisión, porque los resultados son distintos.

La directora coreana-estadunidense Celine Song explora en su primer largometraje Vidas Pasadas (Past Lives, 2023) el principio coreano del In Yeon, que significa destino, y que se desenvuelve en las personas y en la vida; refleja la idea de que nada en ella es una coincidencia y que cada encuentro tiene un propósito y un significado.

Celine cuenta en su película su propia experiencia personal, pero se vuelve universal cuando nos identifica en una de nuestras primeras e importantes decisiones que tomamos en la vida, como dejar nuestro hogar. Ella es de origen coreana y buscó convertirse en dramaturga en los Estados Unidos.

Así que Vidas pasadas se vuelve justo una exploración a nuestro pasado, a nuestra identidad como personas adultas y al amor. En principio, como si fuera un misterio -así como su primera secuencia- en la barra de un bar aparece una mujer coreana en el centro, con otro hombre coreano a su derecha y uno norteamericano a la izquierda. Se escuchan voces de visitantes de ese lugar que intentan descifrarlos, al igual que a nosotros nos toca desentrañar esa historia y hacerla nuestra.

De ese momento, retrocedemos 24 años en el tiempo, cuando ella era niña en una comunidad marginal en Corea del Sur, Moon Seung-ah (Greta Lee), convivía con el que sería su primer enamoramiento de la infancia Hae Sung (Teo Yoo), el niño con quien compartía miradas de complicidad, en la calle, en la escuela, pero que de regreso a casa tomaban caminos distintos. Él hacia una avenida a la izquierda y ella, decenas de escaleras a la derecha. Como si fuera en ascenso.


El rompimiento de esa complicidad llegó cuando la familia de Moon Seunh-ha decidió residir en Canadá, eso significó dejar de tener contacto con él. Años más tarde, ella se cambió el nombre por el de Nora, dejó a su familia, aprendió a hablar inglés y se fue sola a Nueva York para cumplir el sueño de convertirse en una exitosa dramaturga. El punto paralelo y biográfico con la directora Celine Song.

Y transita en esa adaptabilidad. Estar en un lugar nuevo, en un país que no es el tuyo, con su idiosincrasia, sus calles, su comida, la gente y desde luego el idioma. Cuando se queda en una casa tipo coworking para intelectuales, conoce a Arthur (John Magaro), un joven norteamericano que al igual que ella busca ser escritor. Esa afinidad, el acercamiento, y el buen trato deriva en una relación que termina en matrimonio.

Pero en ese otro acercamiento que permite la era digital, el de las redes sociales que nos dejan reconectarnos con nuestro pasado, Nora se reencontró con esa complicidad de la infancia. Tuvo llamadas en línea con Hae Sung, se pusieron al día, hablaron de una remota posibilidad de recibirlo en Nueva York, y detonó una explosión de emociones en Nora que no sabía que tenía contenidas.


Celine Song logra que el relato de los días siguientes se sienta genuino. Tan reales que nos logra poner en ellos como historias en la que nosotros, como espectadores, hubiéramos vivido en algún momento. En esa autenticidad, Arthur le pregunta a Nora por sus sentimientos reales hacia él, quiere estar seguro si sólo es el reencuentro de una amistad de la infancia para evitar sentirse el villano de la historia.

Así que Vidas pasadas nos confronta. Explora sobre historia de vida de lo que pudo haber sido y no fue, pero nos pregunta si tomamos las decisiones adecuadas, y si debemos tener la certeza también de aquello que no decidimos hacer. Sobre si Hae Sung siempre debió recorrer esa avenida de la izquierda y si Nora debió tomar esas escaleras hacia la derecha, en ascenso, porque fue lo que ella decidió.



Título original: Past Lives
Año: 2023
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Celine Song
Guion: Celine Song
Música: Christopher Bear, Daniel Rossen
Fotografía: Shabier Kirchner
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Corea del Sur; 2AM, A24, CJ Entertainment, Killer Films. Distribuidora: A24

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