Por Ana Paula Barrios.
Babadook, una joya oculta a la cual llegué tarde 8 años, pero que tuve la suerte de ver ahora en esta temporada de octubre. Y no hay mejor pretexto para hablar de nuestros muertos y de los fantasmas, que en estas fechas de mes de muertos.
Jennifer Kent, una genia directora Australiana, retomó casi una década después lo ya narrado en su corto “Monster” e hizo una adaptación para hacer el largometraje de Babadook, para abordar los miedos infantiles, los traumas adultos, y ciertos conflictos sobre la maternidad que el cine rara vez toca. Creo que vale mucho la pena ver el corto como un detalle de bagaje complementario a esta película.
Seis años después de la muerte de su esposo, Amelia intenta seguir criando sola a su hijo Samuel, que parece ser un inadaptado social. Su mamá sufre el comportamiento de su hijo, mientras lamenta la pérdida de su esposo. Una noche, Samuel escoge un libro para que su mamá se lo cuente antes de dormir, éste, es el libro de Babadook, un cuento de Pop Up, con ilustraciones infantiles pero tétricas; es un diseño inspirado en el cine mudo y el expresionismo alemán.
En realidad el libro de "Babadook" es el eje central del mundo de la película.
Conforme Amelia lo va leyendo, las cosas se van poniendo más bizarras, al punto que debe parar de leerlo.
Este es el inicio de ese camino al descenso de la locura, tanto para Amelia como para su hijo Sam.
El monstruo protagonista de un cuento infantil, traspasa las fronteras de la ficción para acechar a Amelia y a su hijo, quien cada día que pasa, se convence más de que el monstruo se encuentra en la casa, y su mamá no tardará en darse cuenta que Sam tiene razón.
The Babadook no ataca la vista del espectador, ataca su imaginación. Su directora sabe que el verdadero miedo no siempre es generado por lo que se ve, sino por lo que está en nuestro imaginario. Es decir, más que una película de terror visual, aquí todo se mueve dentro de un terreno de terror psicológico, que poco a poco te va metiendo en el interior de los personajes y cómo viven sus propias sombras.
Esto la hace diferenciarse de muchas películas de terror convencionales, que ponen el foco más en generar miedo a través de recursos como el sonido, más al estilo de jumpscares; acá, Jennifer Kent trabaja a fuego lento la atmósfera de terror, el suspenso, la tensión, acompañado de una paleta de colores fríos y una estética que no son al azar. La creación de la ambientación sí te hace sentir dentro de esa casa y los miedos que navegan en ella. Curiosamente, los dos lugares seguros, creo que son tu casa y tu mente, y justo son los dos lugares atentados en esta película.
Podría ser que Babadook extrae lo mejor de un cuento de los Hermanos Grimm, con la estética de una película de Guillermo del Toro y la tensión de una historia de James Wan.
La evolución del monstruo es paralela a la transición que van teniendo los personajes, mismos que están muy bien definidos. Y creo que la casa, también es un personaje, ya que juega un rol protagónico dentro de la historia.
La evolución del monstruo es paralela a la transición que van teniendo los personajes, mismos que están muy bien definidos. Y creo que la casa, también es un personaje, ya que juega un rol protagónico dentro de la historia.
La evolución de Essie Davis, pasa de provocarnos lástima por las actitudes de su hijo Sam, a provocarnos pavor. Hay un progresivo hundimiento emocional, que es paralelo a los cambios de su hijo en la ficción, y creo que a la vez, es paralelo a la fuerza, la forma y el tamaño que va tomando el monstruo.
Esto me pareció fascinante, ya que la historia hace referencia a los miedos y las sombras que nos habitan y cómo éstas van tomando distinta forma y dimensión en función de cómo las miramos a través del tiempo.
Esto me lleva a reflexionar que la memoria se reconstruye toda la vida; y las historias cambian, se revisan, se enuncian, se actualizan… se vuelven a narrar distinto, y los mismos fantasmas van tomando diferente forma, diferente sombra y extensión en función de la variación en nuestras propias narrativas y autopercepción.
La película retrata todo lo que conlleva no trabajar un trauma en su momento, y cómo puedes traer dicha sombra arrastrando después, ya que se graban surcos en la memoria. Trauma significa “desgarre” y tanto a nivel metafórico - emocionalmente, como físicamente, literal ocurre un desgarre. Esto generaba que ella se disociara de la realidad.
Vemos a una protagonista con una gran sombra por no haber trabajado el luto de haber perdido a su esposo, lo cual pervierte la figura protectora y maternal. Samuel le hace sombra a Amelia. Hay una escena que nos muestra que no la deja ni masturbarse a gusto; quizá esto es porque en el fondo lo culpa de haber perdido a su esposo. Esto la hace sentirse no tan buena madre y con una sensación agridulce todo el tiempo con respecto a su maternidad en conflicto por todo lo que trae cargando: Depresión post parto, luto, la relación que tiene de muerte con nacimiento en la misma fecha, el doble estigma de ser viuda y madre soltera y sentirse la outsider en su comunidad.
No puede ser sostén para su hijo porque no ha podido sostenerse primero a ella misma. Pero algo que me fascinó de Samuel, es un diálogo muy poderoso dentro de la película donde él le hace saber que no es ella la que lo está lastimando, que es el monstruo manifestándose, y que él está seguro que ella lo ama.
Amelia termina yéndose a lo más obscuro, hasta ver de frente a sus propios monstruos internos. El grito atorado que pudo sacar, nos muestra una evolución del personaje; por fin logra hacer contacto visual con sus miedos y hacerles frente. Y es que, sólo atreviéndonos a hacer contacto visual con nuestras propias sombras y a poder nombrarlas, éstas pueden minimizar su dimensión conceptual y perder territorio en nuestra geografía interior.
Creo que la historia está llena de metáforas que abren un abanico de interpretaciones de esta película, para mí, Babadook representa la depresión, que cuando llega, es muy difícil que se vaya. Y para muchas personas es algo con lo que tienen que aprender a vivir, y mantenerla controlada hasta cierto punto. O incluso el monstruo puede representar un recuerdo que se aferra a la memoria haciendo tal sombra, que no te permite continuar en el aquí y el ahora.
Jennifer Kent toca un tema muy universal en su película: a veces se hacen presentes estas sombras del pasado que te atormentan y que no te dejan vivir en el presente y que te consumen poco a poco. Se me hizo una genialidad manejar la historia de un monstruo que también representara algo real para la audiencia que la está viendo. Y eso es algo que me encanta de esta directora, que juega con un terror verosímil en sus historias.
Me gustaría cerrar con algunas preguntas que nacieron a partir de ver la peli:
¿Quién creó a Babadook?
Amelia escribía cuentos para niños, ¿Podría ser que el libro lo escribiera en realidad ella? representando sus propios fantasmas…
¿Todo viene del interior de los personajes?
Aquella escena en que no deja pasar a la suegra, ¿podría significar que a veces dejamos a la gente en el umbral porque es nuestra propia batalla?
El niño creando armas, se estaba preparando para una guerra? Quizá no necesariamente contra el monstruo del cuento… ¿Podrá haberse estado defendiendo de su propia madre?
La película nos sugiere que hay sombras de heridas que tienen capas muy profundas, y que nunca se van a terminar de ir del todo, y que toca atreverse a identificarlas y aprender a vivir con dichas sombras, integrarlas y hacerlas parte de ti, pero en el sótano, en un espacio donde no protagonicen tu propia casa del Ser.
Esto se puede interpretar como que Amelia aprendió a domar a su monstruo interno, lo domesticó, lo tiene controlado, pero lo sigue manteniendo vivo. Esto se entiende por aquellas metáforas de ella cultivando una rosa negra, y luego llevándole al monstruo un plato de lombrices... ¿Qué quieren decir estos simbolismos? “cultivar” y “nutrir” creo que tiene que ver con preservar. ¿Termina maternando al monstruo?
¿Tú eres de la idea de exterminar a tus monstruos con una ballesta? Como Samuel, O eres más de guardarlos en el sótano? Como Amelia.*
Título original: The babadook
Año: 2014
Duración: 94 min.
País: Australia Australia
Dirección: Jennifer Kent
Guion: Jennifer Kent
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Radosław Ładczuk
Reparto: Essie Davis, Noah Wiseman, Daniel Henshall, Hayley McElhinney, Barbara West, Ben Winspear, Tiffany Lyndall-Knight, Tim Purcell, Cathy Adamek, Carmel Johnson.
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